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17 juegos para fiestas infantiles




Los más divertidos
Las fiestas infantiles son el momento perfecto para demostrar tus dotes imaginativas, inventando los juegos más originales y divertidos para los pequeños de la casa. Si te has quedado sin ideas, nuestros lectores te echan una mano para hacer de su cumple o fiesta una tarde inolvidable. ¡A jugar!

¡Vamos en moto! El organizador tiene que sentarse en el suelo y los niños van colocándose detrás, como si fuesen en una enorme moto. El piloto va dando las indicaciones en voz alta: “A la derecha. A la izquierda. ¡Cuidado, que freno! ¡Venga, que acelero” y va girando el tronco a la vez que habla. Los niños tienen que ir girando con él.


Dentro y fuera. Para este juego necesitarás una alfombra bien sujeta al suelo. El organizador del juego informa a los niños que sobre la alfombra están en la región conocida como “dentro”, y fuera de la alfombra es la región conocida como “fuera”. Los niños se sitúan fuera de la alfombra para que el juego comience, y el organizador va diciendo en voz alta: “dentro, fuera, dentro, fuera…” y los niños tienen que ir saltando de la alfombra. El juego debe ir cada vez más rápido y de forma aleatoria: “dentro, dentro, fuera, dentro, fuera, fuera…” Como el tiempo es corto y a cada cambio de palabra los niños tienen que obedecer y saltar, el riesgo de que se equivoquen es elevado. Los que se van equivocando, quedan eliminados. Puedes hacer varias rondas y que el ganador obtenga un punto con cada victoria y dar un premio al que más puntos logre.


¡Estatua! El juego consiste en poner música y que los niños bailen. Al parar la música, los niños tienen que quedar como una estatua en la postura que tenían.


Gincana. Hay que preparar el juego antes de que empiece la fiesta. Escondes varias pistas (fáciles) en distintos lugares de la casa y cuando empiece el juego les dices dónde está la primera (o les das una pista para que la encuentren). Una pista va llevándoles a la otra hasta que encuentran el tesoro: un baúl lleno de chuches y caramelos.


Piñata personalizada. Antiguamente la piñata era de cerámica o de cartón, pero hay una manera más divertida y rápida de prepararla y con la ayuda de los niños: con globos. En algunos metes caramelos y otros los llenas con harina, agua, arroz, lentejas… ¿Y para romperlos? Si les das un alfiler o un palillo lo pasarán en grande.


En busca del extraterreste. Cuando empieza la fiesta o reunión se les dice a los niños que un extraterrestre se ha llevado un tesoro que tenían escondido. Se les enseña unas huellas que ha dejado en la mesa y se les dice que hay que buscar más pistas que iremos poniendo a medida que pase la fiesta. En la merienda: dos pistas de dónde puede estar el tesoro; en el baile otra pista; en el pastel otra… La última pista les llevará al regalo final. Es una variante original de la clásica gincana, que no falla nunca.


Bingo para peques. Este juego está indicado para niños de 4-5 años. Tienes que preparar unos tableros como los del bingo, con números sencillos intercalados con cuadros donde aparezcan sus personajes favoritos (Mickey, Rayo McQueen, Barbie...). En una bolsa, metes pelotas o bolas con los números del 0 al 9 y les dices que vayan saliendo de uno en uno a coger una bola de la bolsa. Como es lógico, gana el que primero complete el tablero. El premio puede ser pegatinas o gomas de borrar con dibujos.


Pon la cola al burro. Un juego tradicional y muy sencillo. Consiste en poner en la pared el dibujo de un burro sin cola. Podemos hacer una cola con lana y le pondremos un poquito de velcro, colocando la otra banda adhesiva en el dibujo del burro. Un niño se sitúa frente al dibujo y le tapamos los ojos, le decimos "pon la cola al burro" y tiene que intentar ponerla. Casi nunca aciertan, pero se lo pasan pipa. Gana el que más se acerque al lugar correcto.


La campana tragona. Cada vez que preparamos una fiesta infantil aprovechamos la hora de la merienda para dos cosas fundamentales: que todos los niños coman todo lo que se le pone y que coman cosas nutritivas, y no sólo golosinas. El juego consiste en: antes de sentar a todos los niños a la mesa les explicamos que como es un día especial, la hora de merendar también se aprovechará para jugar. Les enseñamos una campana que utilizaremos durante el juego. La colocamos en el centro de la mesa y les decimos: "esta campana es muy importante porque sólo podrá ser tocada por un comensal que haya terminado de comer. El primero que termine la macedonia de frutas (el plato va variando y si son platos que sean conflictivos para los niños les ponemos muy poca cantidad...) será el ganador y podrá tocar la campana primero”. Luego la irán tocando los que vayan terminando.


A buscar el tesoro. Preparas unos mapas (para los más mayores) y en cada escondite marcamos una X. En cada escondite habrá otro mapa con otra X que le ayudará a encontrar el siguiente, hasta que encuentren un baúl con el tesoro.


La pasarela sobre el mar. Marcamos una pasarela estrecha con globos. Los niños, con los ojos vendados, tienen que caminar a lo largo de la pasarela sin tocar los bordes. Los que lleguen al final sin tocar los bordes pasarán a la segunda ronda. El juego se repite hasta que todos los niños, menos uno, queden eliminados. Con niños mayores puedes, cada ronda, hacer la pasarela más estrecha.


Carrera “pata de palo”. Colocas a los niños por parejas, atando el tobillo derecho de un niño con el tobillo izquierdo de otro. Se hacen pequeñas carreras en las que, dada la complicidad de los movimientos, las risas están aseguradas.


La zapatilla por detrás.“A la zapatilla por detrás, tris tras, ni la ves ni lo verás, tris tras, mirar pa arriba que caen judías...” Los niños están sentados en el suelo con los ojos cerrados y otro corre por detrás. En un momento dado, deja una zapatilla detrás de uno de los niños, que tiene que salir corriendo a pillar al otro.


Los oficios."Me pongo de pie, me vuelvo a sentar porque a los oficios vamos a jugar..." Los niños van imitando con sus manos diferentes oficios al ritmo de la canción: costurera, barrendero, planchadora...


El regalo de mil capas. Se prepara un regalito envuelto en varias capas de papel. Se puede meter una golosina entre capa y capa. Los niños deben sentarse en un círculo y se le da el regalo al cumpleañero. Se enciende la música (es conveniente disponer de una cinta o CD de música popular) y los niños deben pasarse el regalo de uno a otro. Cuando se apaga la música, el que tiene el regalo en este momento debe quitar una capa de papel. Si se ha metido una golosina, se puede quedar con ella. Se pone la música otra vez, y así hasta que al final, cuando se hayan quitado todas las capas de papel, el niño que destapa el regalo se queda con él.


Carrera con huevos. Se forman dos o tres equipos (según el numero de invitados) y a cada equipo se le da una cuchara sopera y un huevo. Es conveniente hervir los huevos antes, para que estén duros (sin decírselo a los niños claro, para no quitar la emoción). Los equipos forman una fila y el primero debe correr con el huevo encima de la cuchara hasta un punto definido y volver, sin que le caiga el huevo al suelo. Si se le cae, recoge el huevo y vuelve a empezar. Cuando llegue al punto de partida, le entrega el huevo y la cuchara al siguiente de su equipo y así hasta que todos los miembros de su equipo han hecho la ruta con la cuchara y el huevo entero. Gana el primer equipo que acabe.


Maratón de juegos. En el pasado cumpleaños de mi hijo organicé una especie de maratón de juegos. En distintos puntos de la casa había juegos como poner la cola al burro, encestar canastas, juegos de anillas...En todos ellos iban sumando puntos y el que más consiguiese se llevaba el premio más grande, aunque todos recibieron un detalle por participar, que al final es lo importante.

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